Todos sabemos que el Tarot es una práctica que permite conocer más a fondo sobre nuestras vidas a partir de un mazo de cartas, las llamadas cartas de Tarot. Pero, en realidad, existen otros elementos del Tarot que condicionan nuestras sesiones y nuestras consultas.
No se trata únicamente de dar vuelta las cartas e identificar el significado individual del arcano descubierto. Muy por el contrario, se trata de establecer una trama de relaciones entre las distintas partes de la consulta.
¿Cuáles y cómo son los elementos del tarot?
En primer lugar, tenemos al consultante. Lo que más importa de esta figura es que tenga bien planteados sus objetivos para la consulta, con preguntas puntuales y claras. El tarotista, por otro lado, es la persona que se especializa en la lectura de los símbolos presentes en el mazo del Tarot. Se trata de una persona que se dedica a relacionar las fases de la tirada y, con gran intuición, brindar respuestas al consultante.
Por otro lado tenemos a los arcanos en las cartas. Para identificar el mensaje que nos transmiten las cartas hay que tener en cuenta una serie de cuestiones. En primer lugar, el sentido de los arcanos se vuelve tangible solo en función de una consulta realizada. Luego, se tiene en cuenta el tipo de tirada: puede ser una tríada, una tirada en cruz y muchas más opciones. Es importante el orden en que aparecen las cartas y el vínculo que se establece entre los distintos arcanos.
De vincular todos estos elementos es que se encarga el tarotista. Luego de evaluar todas las variables, brinda a su cliente la respuesta más clara posible y los mejores consejos en función de la duda que dio origen a la sesión.